miércoles, 7 de marzo de 2012

Historias cruzadas
La Italia de Mussolini, la alemania nazi, la Rusia de Stalin y la China de Mao. El perro de Ana, el gusto de Rivarola, la pasión del jubilado Tejada y la prisa de Vero. Rusia, China, Vietnam y Cuba. Tomás, Francisco, Rocío y María paz. La historia es una locura si no está mamá.

Del libro Capacho, pág. 51, Apartado "Capacho a este mundo incendidado".


Escuché una explicación del filósofo argentino José Pablo Feinmann sobre una historieta que publicó el dibujante Rep en el diario Página 12. Su transparencia en el armado de las justificaciones alumbró este texto al que a casi nadie pude hacerle comprender.
Feinmann decía algo así, arrancaba explicando que en la parte de arriba de la historieta había un volcán en erupción, una piedra, una enorme ola, luego otro volcán en erupción y debajo observaba el niño azul. El niño azul, que es un personaje de Miguel Rep, no ingresaba en la historieta, no aparecía en ningún cuadrito. Lo único que había en los cuadritos eran un volcán que estallaba, una roca que caía, una avalancha, y la leyenda decía: "En la realidad pasan muchas cosas Niño Azul, pasan muchas cosas, pero si no estás vos no hay historia." ¿Qué significa esto? Que la naturaleza no tiene historia, que si un volcán hace erupción, es un hecho más de la naturaleza. Pero si a los pies del volcán hay una ciudad, es una tragedia. O sea, son los proyectos del hombre los que le dan tragicidad a la naturaleza. El petróleo no le interesaría a nadie si no fuera porque es usado como combustible, para  la industria armamentística o para miles de otros fines. Quiero decir que si no hubiera petróleo en Irak, Estados Unidos no estaría allí, no tendría el proyecto de ir a Irak.
Entonces es el proyecto humano el que le da importancia a las cosas del mundo. El hombre es el que trae un sentido al mundo.